Queridos hermanos en el Señor, ya terminó la celebración del aniversario de la parroquia pero la vida sigue y hay muchas cosas que vienen y que son importantes. Con la visita del Arzobispo y la diaria celebración de la Eucaristía hemos sido renovados en nuestra vida espiritual y tenemos las fuerzas suficientes para seguir caminando como Pueblo de Dios que camina hacia la casa del Padre. Este mes que comienza, Octubre, está marcado por la devoción a nuestra Señora, la Virgen del Rosario, y por una oración más constante y más fuerte por las misiones. Nuestro quedísimo padre el Papa Benedicto XVI tiene dos intenciones importantes éste mes, la primera es la oración por los enfermos terminales, para que en sus sufrimientos sean sostenidos por la fe en Dios y el amor de sus hermanos, y la segunda es que la celebración de la Jornada Misionera Mundial acreciente en el Pueblo de Dios la pasión por la evangelización y el apoyo a la actividad misionera con la oración y la ayuda económica a las Iglesias más pobres, es momento para pensar cómo vamos a apoyar al Papa en éstas dos intenciones y cómo vamos a acrecentar nuestro amor a la Santísima Virgen. Si al cabo de un tiempo nuestra parroquia es más eucarística y más mariana, nuestro esfuerzo habrá valido la pana. Vamos a pedirle al mismo Espíritu de Dios que nos ayude a centrar nuestra atención en lo importante, a tener claras nuestras prioridades, a buscar a Jesucristo en la liturgia y a orar sin desfallecer, contando siempre con el amor y la protección de la Virgen, Madre de la Iglesia y reina de nuestra parroquia ■ P. Agustín, Párroco.
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