Queridos hermanos en el Señor, junto con la alegría de celebrar los 60 años de la ordenación sacerdotal del Papa Benedicto XVI, en la Iglesia particular de San Antonio nos alegramos con nuestro querido Arzobispo quien recibirá el 29 de Junio –solemnidad de San Pedro y San Pablo- el palio arzobispal de manos del Papa. El palio es un ornamento que únicamente usan el Papa y los arzobispos. Tiene la forma de una faja circular que carg3a sobre los hombros y de la cual penden ante el pecho y en la espalda dos tiras rectangulares de lana blanca adornadas con seis cruces de seda negra y tres clavos metálicos, que recuerdan los clavos de la Pasión. El palio se confecciona con lana de corderos pequeños bendecidos por el Papa en la fiesta de Santa Inés (21 de enero) en una capilla del Palacio Apostólico. El emblema de Santa Inés es un cordero, por la similitud de su nombre (en latín Agnes) con la palabra cordero (en latín agnus). En esa ocasión le presentan al Papa dos corderos adornados, uno con flores blancas (simbolizando la virginidad de Santa Inés) y el otro con flores rojas (simbolizando su martirio). Luego, los corderos son llevados a la Basílica de Santa Inés, en donde está enterrada la santa, y son criados por los padres trapenses de la Abadía de las Tres Fuentes. Los palios son confeccionados posteriormente por las monjas benedictinas de Santa Cecilia con la lana recién esquilada. Después los palios se colocan en un cofre sobre la tumba de San Pedro en la Basílica Vaticana, y en la Misa de la fiesta de San Pedro y San Pablo (29 de junio) son bendecidos y entregados solemnemente por el Papa a los nuevos arzobispos nombrados durante el año. Esta celebración es un motivo grande de alegría y el palio un símbolo de la unión entre nuestro Arzobispo y la Sede Apostólica. Acudamos a la Santísima Virgen y a la intercesión de los santos Pedro y Pablo y encomendemos las intenciones de Mons. Gustavo García-Siller, Arzobispo de San Antonio ■ P. Agustín, Párroco.
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