jueves, 22 de marzo de 2012

V Domingo de Cuaresma (B)


Queridos hermanos en el Señor, la Iglesia, para comunicar el mensaje de salvación de Jesús a la humanidad, ha recurrido al arte, la arquitectura, la danza, la escultura, la música, la pintura, la literatura y también al cine, un medio estupendo para representar y evocar lo trascendente, para provocar y convocar a una reflexión sobre el mundo, el hombre y Dios; para reconocer y comunicar valores humanos y cristianos, para tener una experiencia espiritual que nos mueva e inspire. Cuando vamos al cine o vemos una película en casa, entramos en relación con alguien que nos quiere contar una historia y con unos personajes que sueñan, luchan, padecen, gozan, se pierden o se redimen como nosotros. Sí: al ver una película podemos descubrir los valores de ésos personajes y captar lo bueno y humano que hay en la película. El Papa Juan Pablo II afirmó hace unos años algo muy interesante: “En las películas es posible encontrar auténticos valores humanos, una concepción de la vida y una visión del mundo abiertas a la trascendencia… El cine es un medio particularmente adecuado para expresar el misterio inefable que rodea al mundo y al hombre” . El cine, queridos hermanos, es como una ventana que nos lleva a otros mundos –reales o fantásticos- culturas, tiempos, lugares y personas. Pero a la vez es un espejo donde nos reflejamos y nos encontramos con nosotros mismos. Lo que le preocupa, inquieta, piensa o apasiona a quien nos cuenta la historia puede también puede inquietarnos o emocionarnos a nosotros. El cine es, pues, un maravilloso mundo de reflexión y aprendizaje. Yo los invito, a lo largo de los días de la Semana Santa, a que además de acudir puntual y amorosamente a los Oficios de la Semana Santa que se celebrarán en nuestra parroquia, a ver alguna película en familia, una película que anime al diálogo, a la conversación, a la sana discusión; a pensar y a reflexionar. Muy recomendable son, por ejemplo, la película La Pasión (Mel Gibson), Jesús de Nazareth (Franco Zefirelli), La Vida es Bella (Roberto Benigni), La Misión (Roland Joffé), y un largo etcétera. Un buen sitio con buenas recomendaciones, de películas para la familia éste:  http://jesucristoenelcine.blogspot.com   
Ver una buena película en familia y hacer un rato de oración juntos son dos cosas que ayudan a construir la comunicación, la convivencia, la alegría, “de la vista nace el amor” dice el refrán. Quizá con una buena película éstos días nuestro espíritu se encienda un poco y camine más rápido hacia nuestro Señor que nos espera para celebrar los misterios de Su Pasión.  ■ P. Agustín, Párroco.

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