Queridos hermanos en el Señor, la Iglesia, para comunicar el
mensaje de salvación de Jesús a la humanidad, ha recurrido al arte, la
arquitectura, la danza, la escultura, la música, la pintura, la literatura y
también al cine, un medio estupendo para representar y evocar lo trascendente,
para provocar y convocar a una reflexión sobre el mundo, el hombre y Dios; para
reconocer y comunicar valores humanos y cristianos, para tener una experiencia
espiritual que nos mueva e inspire. Cuando vamos al cine o vemos una película
en casa, entramos en relación con alguien que nos quiere contar una historia y
con unos personajes que sueñan, luchan, padecen, gozan, se pierden o se redimen
como nosotros. Sí: al ver una película podemos descubrir los valores de ésos
personajes y captar lo bueno y humano que hay en la película. El Papa Juan
Pablo II afirmó hace unos años algo muy interesante: “En las películas es
posible encontrar auténticos valores humanos, una concepción de la vida y una
visión del mundo abiertas a la trascendencia… El cine es un medio
particularmente adecuado para expresar el misterio inefable que rodea al mundo
y al hombre” . El cine, queridos hermanos, es como una ventana que nos
lleva a otros mundos –reales o fantásticos- culturas, tiempos, lugares y personas.
Pero a la vez es un espejo donde nos reflejamos y nos encontramos con nosotros
mismos. Lo que le preocupa, inquieta, piensa o apasiona a quien nos cuenta la
historia puede también puede inquietarnos o emocionarnos a nosotros. El cine
es, pues, un maravilloso mundo de reflexión y aprendizaje. Yo los invito, a lo
largo de los días de la Semana Santa, a que además de acudir puntual y
amorosamente a los Oficios de la Semana Santa que se celebrarán en nuestra
parroquia, a ver alguna película en familia, una película que anime al diálogo,
a la conversación, a la sana discusión; a pensar y a reflexionar. Muy
recomendable son, por ejemplo, la película La Pasión (Mel Gibson), Jesús de
Nazareth (Franco Zefirelli), La Vida es Bella (Roberto Benigni), La Misión (Roland
Joffé), y un largo etcétera. Un buen sitio con buenas recomendaciones, de
películas para la familia éste: http://jesucristoenelcine.blogspot.com
Ver una buena película en familia y hacer un rato de oración
juntos son dos cosas que ayudan a construir la comunicación, la convivencia, la
alegría, “de la vista nace el amor” dice el refrán. Quizá con una buena
película éstos días nuestro espíritu se encienda un poco y camine más rápido
hacia nuestro Señor que nos espera para celebrar los misterios de Su
Pasión. ■ P. Agustín,
Párroco.
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